Habitación de Alexander Black

En un rincón hay una cama y mas cerca de la puerta un escritorio con un velador y varios libros que siempre son distintos a los de la ultima visita, hay una biblioteca con muchos libros sobre magia y artes oscuras y varios armarios o roperos llenos de valla a saber que.

Entra furioso... se detiene a la mitad de la habitación y respira profundo, no ganaba nada haciendo berrinches, se arroja sobre su cama mientras rompe las ilusiones que lo hacen parecer normal descansando un rato mirando el techo con sus ojos rojizos y su pelo blanco iguales a los de su padre * Había hecho bien al mostrarse ante Amelia? no lo sabia, pero ya no toleraría otro planteo cuestionandolo... y si se había equivocado mataría a todos los que supieran quien era él como hizo la ultima vez, aunque esta vez no estaba rodeado de basura... * Alex se quedo pensando y sopesando la situacion

Sin poder apartar de su cabeza las imágenes que Alexander le había mostrado, pasea arriba y abajo frente a la habitacion de éste sin decidirse a tocar.

De pronto sin poder soportar la curiosidad que le provocaban sus recuerdos, se queda parada frente a la puerta mordiéndose su labio inferior y levantando el puño para golpear la puerta. Tal vez tras la apariencia de aquel insolente y engreído mago había algo más. Tras respirar profundamente, golpea dos veces la puerta. Probablemente Alexander estaría enojado por su suficiencia y malas maneras pero.... tenía que arriesgarse, quería saber algo más sobre él.

- Alexander, soy Amelia. Utilizando el tono más conciliador de voz que es capaz de articular.

Alexander se incorpora al escuchar que los pasos que lo traían loco al fin se detienen frente a su puerta, al escuchar los golpes hace un movimiento con su mano frente a su rostro y su apariencia vuelve a ser la de siempre - Adelante Amelia - dice al tiempo que se levanta de su cama

Al escuchar la voz que la invita a pasar, gira el picaporte de la puerta y entra tranquilamente en la habitación, pasea su mirada por la estancia antes de comenzar a hablar.

- Alexander... siento mi comportamiento en mi habitación. Siento haberte cuestionado.. pero.... hace mucho tiempo que no confío en nadie y... he aprendido a cuidarme sola, defendiéndome antes de que me lleguen los ataques. Espero que seas capaz de llegar a comprenderme.... Mirándolo de forma conciliadora.

le sonrie tranquilamente - no te preocupes, no a pasado nada... - le dice aceptando el sece de hostilidades

Devolviéndole la sonrisa, se acerca hacia el escritorio y toma la silla.

- Puedo? Pregunta señalandola para sentarse.

sonrie - por favor, disculpa el lugar, aun no le dedique ni un segundo, esta casi igual que cuando llegue -

Sonríe a la vez que sacude su cabeza para indicar que no le importa.

- Comprendo. Tranquilamente separa la silla del escritorio y se sienta quedándose frente a él, cambiando su expresión a un gesto interrogativo.

- Sabes que voy a preguntar por lo que me has mostrado, verdad? Si no quiesieras que lo hiciese, supongo que ni te habrías molestado en mostrármelo.

la mira resignado - la verdad no pensaba en mostrar quien soy, pero en ese momento me parecio la mejor alternativa, espero no haberme equivocado, y si, es lógico que quieras preguntar, no te prometo contestar todo... pero puedes preguntarme -

Realizando una mueca con su boca.

- No te preocupes por mí, no suelo entablar conversaciones con demasiada frecuencia y mucho menos de lo que me hayan mostrado posibles aliados. Sonriendo de forma tranquilizadora.

- Porqué escondes tu verdadero aspecto? Qué tienes que esconder hasta el punto de cambiar tu forma externa?

- simplemente no quiero que me reconozcan y también es una ventaja poder pasar desapercibido y hasta parecer encantador - dice sonriendo de costado

Sonriendo al escuchar las últimas palabras de Alexander.

- Espero que no te moleste, pero.... a mí no me pareciste un ningún momento encantador. Mirándolo divertida... supongo que no eres mi tipo.... sonriendo más ampliamente añade...... te sienta mejor tu color de pelo original.

Sacudiendo su cabeza.. de todos modos, no vas a contarme porqué no quieres que te reconozcan?

Levantándose de la silla y paseando por la habitación.... no importa, no me lo cuentes si no quieres... tampoco tu me conoces a mí y no te he dado ninguna razón para que confies en mí.

- sin entrar en detalles, simplemente no quiero que me busquen por las cosas que he hecho y las que han hecho mis antepasados, digamos que no tengo muy buena fama en algunos círculos -

- Ya.... ojeándo distraída los libros que llenan las librerías de la habitación.

- Ese libro tuyo, el que me diste...... que voy a sacar en claro en él... no sé que debo buscar en él. Sé muy poco sobre magia.... pasando sus dedos por distintos lomos y leyendo los títulos. Y... bueno, como te fuiste tan enojado de mi habitación, tampoco presté demasiada atención a tus palabras.

la mira con cuidado - pues habla del uso de la magia de forma indirecta, osea sin hechizos, como aplicarla para ser mas fuerte, mas rapido o mas resistente y otras aplicaciones... - dice sacandole importancia

Mirándolo sin comprender.

- Puedo hacer que la magia aumente mis capacidades físicas? Mirándolo fijamente y recordando algo que la atormente desde siempre.... Necesito que me ayudes en una cosa. Acercándose hacia él..... podrías ayudarme a controlar mi transformación?

Se que da callada unos instantes, a pesar de no estar segura de lo que va a hacer........ Ante sentimientos extremos como ira o rabia, mi lado licántropo aflora y me convierte en lo que realmente soy,.... un híbrido, aumentando mis capacidades hasta límites insospechados... cuando vuelvo a mi forma normal casi ni recuerdo lo que ha sucedido.... quiero poder controlarlo..... puedes ayudarme?

Alex apenas logra disimular a tiempo una sonrisa, la posibilidad de experimentar con una transformación que obedece de manera similar a la suya sin arriesgarse era mucho mas de lo que esperaba al enseñarle a Amelia - Puedo intentarlo... - le ofrece

- Prometo controlar mi mal caracter. Sonriendo de lado

- Necesito poder controlarlo... de ese modo podré cambiar a voluntad.

sonríe - el primer paso es controlar tu carácter, y luego tus emociones, yo me entreno para separarme de ellas y poder "usarlas" como a otro musculo, es difícil, pero he logrado disparar mi furia progresivamente hasta cruzar un punto donde, hasta ahora, siempre pierdo el control - al pronunciar las ultimas palabras se voltea mirando la pared, como si admitir el no haberlo logrado aun lo avergonzara

- Controlar mis emociones? mirándolo curiosa y negando con su cabeza a la vez.

- Yo solo he conseguido controlar mis pensamientos, vaciar mi mente de ellos y silenciarla para evitar que puedan provocarme cualquier tipo de emociones.... recordando las enseñanzas de su abuelo..... pero solo lo he conseguido en situaciones de meditación y entrenamiento, en batallla me es imposible controlar mi rabia.......

Acercándose tranquilamente por su espalda y apoyando una mano en su hombro. Entrena conmigo! usame como aprendiz.... tal vez a través de mí consigas descubrir como controlar ese punto que separa el control del caos... Ayúdame Alexander..... Caminando con aire decaído hasta la cama y sentándose en el borde escondiendo su rostro entre sus manos.

Alex sonrie sinceramente - sera un viaje que haremos juntos entonces... un viaje hacia nosotros mismos... - le apoya una mano en el hombro

Al notar el contacto en su hombro levanta su rostro para mirarlo y asiente con una sonrisa.

- Gracias Alexander. Pero antes de comenzar algo así solo quiero recordarte lo que ya te dije. Ni soy mortífago ni prentedo serlo. Os ayudo porque sois el mejor postor... pero igual os ayudo a vosotros que podría ayudar al Órden... tienes claro eso, verdad? Sus ojos adquieren un azul instenso al pronunciar sus palabras.

- Me he convertido en lo que soy por necesidad no por voluntad propia. Y... no pienso pasar toda mi vida matando....quiero volver a formar parte de una comunidad y cuando sepa hacia donde dirijo mis pasos, os dejaré. Si me aceptas así.....te acompañaré hasta donde quieras.

sonrie de costado - no me molesta, solo no me traiciones... si te vas quiero saberlo antes que cualquiera -

Asintiendo con su cabeza con un gesto serio en su semblante.

- Eso es algo fácil de cumplir. Tendiendo su mano. No te preocupes, no te traicionaré.